Alen Foper

LA CLAVE PARA DESCIFRAR EL SIGNIFICADO DE LA EXISTENCIA

Todas las cosas que vemos con nuestros ojos, como el cielo, la tierra, la flora y fauna, la sociedad, instituciones, pueblos, inventos, etc. Pero hay algo más allá de lo físico, está su significado, que no vemos.

Es necesario que el conocimiento humano llegue a ser tan preciso y exacto de todas las cosas, desde el principio del universo hasta la actualidad, para que podamos empezar a descifrar su significado.

Teniendo el conocimiento en su nivel superior, entonces nos queda solamente quitar el velo que esconde la respuesta a las preguntas pendientes que hacemos ¿dónde venimos, quiénes somos, adónde vamos?

Para descifrarlo, tenemos que recurrir a la parábola o comparación, instrumento pedagógico usado por los maestros de todos los tiempos. Con este lenguaje podemos transformar el conocimiento que tenemos de la existencia en una nueva ciencia que será la definitiva. 

La ciencia nos enseña que son tres evoluciones: cósmica, biológica y cultural, cosas que sucedieron físicamente. Ahora vamos a ver con qué podemos comparar estos tres largos períodos que se ha mantenido oculto a las generaciones pasadas.

Primero vamos a ver el desarrollo evolutivo de las cosas desde su origen a la luz de la ciencia y después su significado usando la comparación, y veremos que coinciden perfectamente las diferentes etapas evolutivas.

De las ciencias rescatemos las teorías probadas, demostradas por estudios, observaciones, experimentos y análisis. Son ellos los destinados a explicar fenómenos, llegar a una conclusión sobre el por qué, y saber si lo que pensaban (hipótesis) era verdad. A partir de ahí empezaremos a llenar su significado como verdad última.

¿Con qué compararemos cada una de las evoluciones enseñadas por la ciencia?

La evolución cósmica compararemos con el ambiente o el entorno. 
La evolución química compararemos con la semilla progenitora
La evolución biológica compararemos con el organismo progenitor.
La evolución del hombre compararemos con la semilla hija
La evolución cultural compararemos con el organismo hijo.

El lado misterioso de las cosas evolucionadas, son el ambiente y dos seres macrocósmicos, biológicos y culturales, que se parece a la formación de dos seres, progenitor e hijo, que vemos en el reino animal. 

Esto es lo que nos han querido decirnos las mitologías y las religiones milenarias sobre figuras especiales como diosa madre que lleva en su regazo al dios hijo, o la joven o virgen que da a luz un hijo en las profecías judeocristianas. 

El amor es la verdad última de todas las cosas.

1. LA EVOLUCIÓN CÓSMICA

Lo que enseña la ciencia

Primero, hubo una larga evolución cósmica que empezó con una gran explosión (Big Bang) que dio origen el universo, hace según calculan, unos 14 mil millones de años.

Después, se formaron la materia, los elementos, las estrellas y galaxias, hasta hace unos 4.500 millones de años se condensó una estrella, nuestro sol, la tierra, su luna y los demás planetas, unos rocosos y otros gigantes gaseosos se formaron girando en torno a él.

La Tierra al comienzo era una masa incandescente que se iba enfriando lentamente hasta llegar a una forma como conocemos actualmente.

¿con qué compararemos la evolución cósmica? 

Podemos comparar con el entorno ambiental que rodea, que afecta y condiciona la vida, por ejemplo, para que una semilla pueda germinar se necesita condiciones favorables como el cielo, el sol, la tierra, el agua, para el desarrollo de una nueva planta.

Entonces, podemos decir, que el universo y la tierra fueron evolucionados como el ambiente completo y adecuado para el desarrollo de los dos futuros Seres Vivos, biológico y cultural.

2. LA EVOLUCIÓN QUÍMICA

Lo que enseña la ciencia

El universo debe haberse formado con una dirección, diseño y propósito, para que al llegar a su estado más maduro que correspondió a nuestro planeta tierra se vaya desarrollando una estructura del suelo ideal para realizar la vida. 

De tantas teorías del origen de la vida, tenemos que recoger la que es verdadera y demostrada. La ciencia dice que la química de los océanos y de la atmósfera permitieron enriquecer lo suficiente como para propiciar la aparición de la vida.

Los biólogos en general aceptan la idea de que se haya transformado de la materia inerte a la primera molécula capaz de dejar copias de sí misma, un proceso que denominan evolución química.

¿Con qué compararemos la evolución química?

El significado de la evolución gradual de la materia inorgánica inerte hasta la materia orgánica viva se parece a la fecundación y formación de una semilla. La semilla de la vida, fruto o resultado final de un largo trabajo cósmico y físico.

Podemos decir que la unión de los compuestos químicos de la atmósfera y los océanos primitivos para formar una molécula capaz de autoreplicarse, se asemeja al proceso de la reproducción sexual en los seres vivos. 

Estas condiciones ambientales, llamada «sopa química» aceptada por la comunidad científica, debe perfeccionarse siguiendo el orden que consta de cuatro etapas: polinización, fecundación, formación de semilla y fruto, y germinación.

De esta manera, el significado oculto de este período evolutivo basado en procesos químicos se parece en todo a la formación de una semilla que contiene un embrión, principio de un nuevo árbol representado por la evolución biológica.
  

3. LA EVOLUCIÓN BIOLÓGICA

Lo que enseña la ciencia

La teoría que se probó científicamente es la selección natural desarrollada por Charles Darwin. Es el proceso continuo de transformación de las especies a través de cambios producidos en el tiempo.

La evidencia evolutiva de que todos los organismos vivientes comparten un antepasado común. Los fósiles de organismos prehistóricos que se ha encontrado a lo largo y ancho de la tierra. La genética, la mutacion…   

La evolución biológica de las especies que comienza con las primeras moléculas primitivas, simples compuestos orgánicos, de ahí a organismos unicelulares, después pluricelulares, vegetales y animales, hasta el primate.

¿Con qué compararemos la evolución biológica? 

La misma ciencia lo comparó con un árbol filogenético de la vida todo ese largo período de la evolución marítima, terrestre y aérea. Dibujado primero por Charles Darwin y publicado después en su libro “El origen de las especies” que todas las especies son descendientes de un ancestro común. Las puntas de las ramas pertenecen a todas formas orgánicas hoy en la tierra, mientras que los unen al tronco lo relacionan evolutivamente entre especies de un mismo género.

El árbol filogenético debe verse como todo árbol que nace de una semilla en una porción de tierra con suelo fértil en la cuál se puede sembrar, cuyas raíces fijan fuertemente en tierra hacia abajo, y se eleva el tallo al cielo para sostenerse y transportar los líquidos nutritivos desde la raíz. En su crecimiento aparecen otros órganos, como la hoja, la flor, el fruto y la semilla.

El árbol filogenético también debe verse como un ser vivo, un cuerpo como unidad organizada. Ya que así podemos entender que todo el conjunto animal, es un Cuerpo único y completo, por ejemplo, juntar los ojos de todas las especies, es el Ojo único, que cumple funciones diversas, como poder ver a larga distancia con el águila, etc. O los huesos de todos los animales es un sistema Óseo único. O los cerebros de todos ellos es un Cerebro único. Todas las especies en Uno. Ha sido la formación, de simple a complejo, de un solo Ser biológico, el Progenitor.

El Organismo Progenitor se evoluciona con las especies para que cumplan distintas capacidades que puedan adaptarse al entorno. Se forma al castor para hacer trabajo de ingeniería, a ciertas especies como mineras, otras para limpiar la naturaleza. A los peces para vivir en el agua, a las aves para volar, etc., como si fueran los diversos miembros de un solo Cuerpo de tipo biológico.

4. LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE

Lo que la ciencia enseña

Este período evolutivo comienza con los primates que vivían en los árboles, y se produce un cambio climático que hicieron desaparecer paulatinamente selvas y bosques para ser reemplazados por sabanas o pastos.

Este drástico cambio en el clima desencadenó el proceso de hominización y el bipedismo en los primates. Transformación de aspectos físicos de los simios hacia los homínidos o primeros humanos. 

Este proceso de la hominización no se centró solamente en el aspecto biológico sino también cultural y tecnológico.

¿Con qué compararemos la evolución del hombre? 

Con los monos finalizan la evolución de las especies del reino animal, como el árbol de la vida o progenitor que está en su mayor altura, robusto, de pobladas ramas, y cuyo follaje frondoso no se marchita. 

Este árbol en su estado maduro, cuando en la flor donde se forma el aparato reproductor sexual, en el ovario, cuyo óvulo en el que se unen el polen masculino con el huevo celular para formar la nueva semilla.

El significado de este período de los primates a los primeros homínidos es la formación de la semilla hija, semejante al proceso de la fecundación o principio de un nuevo desarrollo. Este período evolutivo termina como una flor que se marchita y desprende la semilla formada, que son los primeros humanos, para que estos penetren en la tierra transformada de un estado árido y pobre a fértil y productivo para levantar un nuevo Ser de tipo cultural.

5. LA EVOLUCIÓN CULTURAL

Lo que la ciencia enseña 

Entendemos que la cultura se debe a la capacidad propia de la especie humana para crear, transformar la naturaleza, en vez de adaptarse como en la evolución biológica. Los cambios que modifican ya no se trata de una especie y la transforma en otra sino más bien las culturales.

La cultura es un proceso de la acumulación del conocimiento y las experiencias, que se transmite de generación en generación, de simple a complejo, de lo rústico a lo refinado. Empieza a utilizar la piedra tallada, después el descubrimiento del fuego, la talla de madera, la recolección y la caza, la revolución agraria, el industrialismo hasta el desarrollo técnico.

Sabemos que el desarrollo cultural se divide en dos grandes etapas: la Prehistoria que se inicia con la aparición de los primeros homínidos hace cuatro millones de años, y la Historia en la cual el ser humano empieza a utilizar signos o grabados, es decir, con la aparición de la escritura hace 5.500 años..

¿Con qué compararemos la evolución cultural? 

Ahora con el progreso cultural o tecnológico podemos comparar con el desarrollo de la planta hija, que comienza como una semilla madura después de ser desprendida del árbol original y ser enterrada en el suelo adecuado para retomar el crecimiento con la germinación. Es el desarrollo de la planta hija hasta convertirse en un nuevo árbol del conocimiento.

No solo podemos comparar con la planta hija o cuerpo hijo, también podemos comparar con cualquier especie del reino animal en su etapa prenatal, porque todas hacen una misma historia: crear y desarrollar un nuevo cuerpo vivo. Podemos comparar con el desarrollo intrauterino de un ser vivo de nuestra especie humana. Un desarrollo que se distinguen en fases: segmentación, gastrulación y diferenciación.

Nuestra historia cultural desde la prehistoria hasta la actualidad en su lado oculto es semejante a los 9 meses de formación embrionaria y fetal de un cuerpo humano. Como que se comenzó una sola Célula o Cigoto fecundado, se dividió sucesivamente, hasta llegar una masa de ellas, se formó Tejidos que se unieron para construir Órganos diferentes en funciones, tamaños, formas, y estos se integraron en Sistemas o Aparatos coordinados del Cuerpo.

¿Con qué compararemos el rol de la naturaleza durante la evolución cultural? 

Por un lado, tenemos al progreso cultural que comparamos con el desarrollo prenatal de un ser vivo, por otro lado, tenemos al reino animal su antecesor biológico ya completamente evolucionada cumple su nuevo rol semejante a una mujer embarazada o hembra preñada. 

El embarazo de una mujer es para poder atender las necesidades del feto que crece en su interior. Lo mismo podemos decir de la naturaleza viviente que llega a estar “encinta” para suministrar, proveer y alimentarle todos los sistemas naturales, como el aire, la tierra, el agua, para que los seres humanos construyan el Cuerpo Hijo de tipo cultural.

La función que consiste en que a partir del Cuerpo biológico y progenitor se origina un Cuerpo descendiente, de tipo cultural o tecnológico, por ejemplo, el submarino es copia del pez; el avión es copia del pájaro; la cámara fotográfica, filmadora, telescopios, microscopios, son copias del ojo animal; el piano, el parlante, son copias del oído animal, etc. No hay ciencia ni progreso humano sean pioneros sino que son imitaciones de las especies del reino animal.

También podemos comparar la historia cultural como el tiempo de la construcción de un edificio, cuando el tipo de suelo está bueno para levantar desde la primera piedra hasta su completación. Un bloque de piedra sería cada área del saber que se va colocando en sus lugares correspondientes. El ser humano es el constructor de su Cuerpo social, su Templo.

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